El motivo que ha propiciado dicha
intervención ha sido la intención de que el próximo 11 de Noviembre,
festividad del santo, la imagen vuelva a procesionar por las calles de
la localidad, tras años sin hacerlo, debido al mal estado que presentaba
la peana y que impedía su correcto anclaje a las andas.
Aunque
la patología principal que ha originado la intervención ha sido dicha
consolidación, la imagen está siendo sometida también a un
proceso de limpieza que se verá completado, como es habitual, con la
reintegración volumétrica y cromática de las lagunas existentes.
Estructuralmente está compuesta por una serie de elementos de madera, unidos entre sí con numerosos clavos de forja, muy al uso del s.XVIII en adelante, más aún cuando buena parte de sus ropajes están resueltos con telas encoladas, como es el caso. Posee ojos de cristal conservando su policromía original tanto en la encarnadura del rostro -de muy bella factura- como en el resto de los ropajes, realizados sobre preparación, bol rojo y dorado al agua, en una tonalidad blanca.
Aunque, como ya hemos indicado conserva su policromía original, hay que destacar que los ropajes están notablemente degradados con numerosos arañazos, desgastes o pequeñas roturas, fruto de su manipulación a lo largo de los siglos, actuándose también sobre los mismos en esta restauración.
Aunque, como ya hemos indicado conserva su policromía original, hay que destacar que los ropajes están notablemente degradados con numerosos arañazos, desgastes o pequeñas roturas, fruto de su manipulación a lo largo de los siglos, actuándose también sobre los mismos en esta restauración.
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