El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto de Pedro, presentó el pasado 12 de marzo la adquisición de una escultura de San Gregorio, obra de Gregorio Fernández, que pasa a formar parte de la colección del Museo Nacional de Escultura. Esta nueva incorporación reviste una importancia simbólica excepcional, ya que forma parte de la historia del edificio del Colegio de San Gregorio como una de las obras más emblemáticas que la orden dominica llegó a atesorar hasta la desafectación de sus bienes en 1836.
Jose Ignacio Hernández Redondo, conservador del Museo, ha realizado un seguimiento de las vicisitudes históricas que ha atravesado la pieza, ilustrativas de la evolución accidentada y compleja de nuestro patrimonio, con dos episodios catárticos: La invasión francesa y la Desamortización de Mendizábal. Resultado de la primera fue la desaparición del retablo al que pertenecía en la capilla del Colegio. Resultado de la segunda fue la extinción del Colegio y el traslado de la pieza a la parroquia de Fuensaldaña, donde permaneció hasta 1970. Los azares de la historia quisieron que un derrumbe obligara a dicha parroquia a vender algunos bienes para sufragar los costes de su reconstrucción. De manos privadas, hoy regresa al lugar para el que fue creada, el Colegio de San Gregorio. Un final feliz, porque cubre un vacío artístico significativo para el Museo Nacional de Escultura y refuerza los vínculos históricos entre el monumento arquitectónico que lo aloja y la mejor de las colecciones de escultura española.
El estudio de la talla, realizado por el profesor Jesús Urrea, actualmente máxima autoridad científica en el conocimiento de la figura de Gregorio Fernández, le permitió reparar en el dato de la inclusión en la policromía del manto de la cruz blanquinegra de la orden Santo Domingo y el emblema heráldico de la flor de lis, que indiscutiblemente relacionaban la talla con el Colegio de San Gregorio. El análisis estilístico y la vinculación en otras obras de Gregorio Fernández y Melchor de Beya (autor del primer retablo lateral de la capilla del Colegio en el que estaría integrada esta escultura de San Gregorio), supusieron al fin argumentos concluyentes para la adjudicación de la escultura al gran escultor de la escuela castellana del siglo XVII.
La compra de la escultura de San Gregorio se produjo en diciembre de 2013 y estuvo motivada por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico con cargo al 1% Cultural, una partida procedente de los presupuestos de las obras públicas, que se destina justamente a trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Cultural Español. El precio de la pieza ascendió a 200.000 euros.
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