En los últimos meses hemos tenido la oportunidad de intervenir esta interesante pintura, que damos a conocer a través de nuestro blog de gestionarte. Se trata de un óleo sobre lienzo que representa a la imagen de la Divina Pastora de Capuchinos, que se venera en Sevilla. Por el estudio histórico realizado, es fechable en torno al año 1921. En el ángulo inferior derecho aparece la firma del autor: “E. Mármol”.
Para quien pudiera estar interesado, la obra -de propiedad particular- se encuentra a la venta (info@gestionarte.es).
El lienzo tras la intervención.
Estado previo de la obra.
Concretamente, se trata de un óleo sobre lienzo montado sobre bastidor de madera. Posee unas dimensiones de 107,5 x 83 cm. Como dato técnico de interés hemos de indicar que la pintura se aplicó directamente sobre el lienzo, sin capa de preparación alguna.
La imagen se ha representado vistiendo túnica blanca y manto rojo bordado en oro. Tocada con un sombrero adornado de flores y diversas joyas, todos los elementos se corresponden con piezas de su ajuar. Como es preceptivo, se sitúa en un paisaje campestre, apaciguando con su mano derecha un cordero y con la izquierda sostiene un báculo y un ramillete de flores. Sin lugar a dudas, esa veracidad en la representación emana de la utilización de un modelo que, en este caso, no puede más que ser una fotografía existente de la imagen, fechable a finales del s. XIX, que hemos localizado.
La firma E. Mármol corresponde al ceramista sevillano Enrique Mármol Rodrigo, de quien apenas se conservan obras de caballete, por cuanto fue fundamentalmente pintor ceramista. Entre la numerosa producción de este artista, podemos destacar el retablo de Santa Ana con la Virgen y el Niño que se muestra en la trianera iglesia de Santa Ana o el gran retablo del Cristo del Amor de la calle Villegas, en la iglesia del Salvador (Sevilla), que es el mayor de todos los retablos cerámicos existentes en la ciudad, pues representa la imagen del Crucificado a tamaño natural.
Tratamiento de conservación-restauración
Tras un deficiente y prolongado almacenaje durante años, la obra se había deteriorado de forma muy notable. Tan es así, que buena parte del lienzo estaba sujeto por medio de un papel/tela adhesivo para evitar su pérdida irreparable. Igualmente, la inestabilidad que presentaba, tanto el soporte de tela como el bastidor, exigían someter a la obra a un tratamiento de consolidación general. Para ello, en primer lugar, se procedió a su reentelado y montaje sobre nuevo bastidor de madera, tras el pertinente proceso de fijación, aspiración y limpieza del reverso, etc.
Una vez consolidado el soporte, se procedió a la retirada del barniz oxidado que cubría la obra, el cual modificaba sustancialmente el aspecto de la misma, alterando el cromatismo real de la pintura.
Finalmente, se procedió a la reintegración volumétrica (estuco) y cromática de toda la obra, hasta conseguir una visión homogénea de la pieza, como es preceptivo.
Un análisis más detallado de la obra, así como la justificación de la autoría del lienzo y su historia material la puede encontrar en el artículo de investigación publicado en el número de este mes de agosto del Boletín de las Hermandades y Cofradías de Sevilla [DOMÍNGUEZ GÓMEZ, Benjamín. Una pintura inédita de la Pastora de Capuchinos, obra del ceramista Enrique Mármol Rodrigo; Algunas aportaciones tras su restauración en Boletín de las Hermandades y Cofradías de Sevilla nº 739, agosto 2020. Págs. 609-611].
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