Concluido un crucificado atribuido a Pablo de Rojas

A través de estas líneas les presentamos una nueva intervención que acaba de ser concluída. Se trata de un crucificado de tamaño académico atribuido al escultor de Alcalá la Real Pablo de Rojas (1549-1611). 

Esta delicada imagen realizada en madera policromada presentaba un estado de conservación deficiente debido, entre otras patologías, a varias fisuras en el soporte entre las que destacaban las uniones de los brazos con respecto al torso, muy propias de las imágenes de crucificados. Había perdido dos dedos de las mano derecha y tres de la izquierda. 

 La suciedad acumulada con el paso del tiempo, aconsejaba una intervención de limpieza, como así ha sido completándola una reintegración cromática discernible y reversible en el tiempo que devolviese a la imagen las calidades que le son propias.

Pablo de Rojas se trasladó a Granada en 1579, recibiendo el magisterio de Rodrigo Moreno. Estableció su taller en Santiago, teniendo como discípulo a Juan Martínez Montañés. Su obra engarza el manierismo con el barroco. Crea los modelos de los Cristos crucificados andaluces y de Castilla. Los Cristos de Rojas son emotivos, están tallados para ser contemplados de cerca, con mínima efusión de sangre, de anatomía verídica y huesuda. El paño de pureza es sujetado con cuerda, con dos nudos, uno pende y el otro, pequeño, en el lado contrario. Rojas fue el precursor de la consideración de la imaginería procesional. Tiene a la consideración de la talla aislada, sobria y rotunda del trazo, de una gran plasticidad. Su prestigio profesional le llevó a ser muy reputado en Granada, Jaén y Córdoba donde desarrolló una obra muy prolífica de retablos e imágenes.  En los crucifijos predomina la quietud, invitando a la oración contemplativa.