La universidad está en pie de guerra. O al menos, un buen grupo de ruidosos alumnos que están en contra de "los recortes", eso de lo que todo el mundo habla y nadie sabe explicarte con detalle en qué se materializa (algo muy frecuente en las manifestaciones estudiantiles...).
Han parado las clases a final de curso y, de buenas a primeras...¡han llegado las vacaciones! y los exámenes, los trabajos por entregar, las tutoría..."ns/nc".
En Sevilla, además, en un alarde de creatividad "cutre", han colocado "tapabocas" y antorchas a numerosas esculturas monumentales que se reparten por el centro histórico, bajo la denominación “Estatuas enfurecidas”. Así han actuado, entre otras, en la de Doña María de las Mercedes de Borbón; Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Manolo Vázquez, Mozart, el monumento al flamenco de la Plaza del Altozano, la Duquesa de Alba (Jardines de Cristina), Velázquez, Daoiz, Cervantes o Santa Ángela que aparece en la imagen de la derecha.
Todo esto de manifestarse está muy bien y la juventud es reivindicativa por defecto. Pero muchas veces las formas hacen perder la razón y lo que es peor: que lo que quieren es que os quedéis en las formas, en el jaleo y la pandereta porque vuestro futuro está ya más que estropeado. Si, sí, estropeado desde que la universidad es un ente endogámico basado en los "favores" de unos y otros, en los lazos familiares, estropeado porque -en el caso de bellas artes, que es lo que nos preocupa- cada vez los alumnos tiene menos horas de clase y, por lo tanto, se aprende menos. Porque se teoriza sobre mucho pero no se trabaja sobre lo que verdaderamente os será útil para trabajar...
Todo esto no es una elucubración. Es la realidad que nos cuentan los actuales alumnos, o los que promociones siguientes a la nuestra nos vienen relatando. Y para muestra un botón:
Una profesora-pintora con la que tuve el placer de prepararme el exámen de ingreso, nos contaba como en sus tiempos (en la antigua escuela superior de bellas artes que no era ni siquiera universitaria) se iba a clase mañana y tarde, todos los días, porque todos los días se daban todas materias (todos los días, pintura, todos los días dibujo del natural, todos los días teoría...). Ya en el plan de 1978 -en el que estudié- esas asignaturas constaban de nueve horas semanales, es decir, que ya no hacía falta ir a clase más que media jornada. Actualmente, apenas han quedado reducidas estas asignaturas al tercio de lo que se daba antes y ¡¡no digamos si lo comparamos con la escuela antigua!!
Conclusión: ¿Hacia donde va la universidad?¿Qué futuro os espera si ya no es suficiente una carrera, sino también un máster, estancia en el extranjero, prácticas...? Cuándo empezará vuestra vida laboral ¿a los treintaitantos?. Seguid si queréis tapándole la boca a las estatuas, pero ellas desgraciadamente no os van a solucionar nada. Porque los recortes llegaron ya hace muchos años. Mucho antes que la "prima de riesgo", de Rajoy, de Rubalcaba y de todo eso. Los recortes llegaron cuando "alguien" dilucidó que era más rentable para el "sistema" tener payasos en las setas que artistas y restauradores estudiando en el edificio de la calle Laraña.