martes, 19 de noviembre de 2013

Guillena restaura su "Cristo del Cementerio"

La Parroquia de Ntra. Sra. de la Granada, de la localidad sevillana de Guillena ha encomendado a la empresa GESTIONARTE SLU los trabajos de conservación y restauración sobre la imagen denominada del "Cristo del Cementerio". La intervención, que dirige Benjamín Domínguez Gómez, conservador-restaurador de bienes culturales, tendrá una duración de cinco meses, estando prevista su culminación para las vísperas de la próxima Semana Santa de 2014.

El "Cristo del Cementerio" es una obra anónima, fechable a mediados del s.XVI. Su nombre proviene del período que presidió la capilla del camposanto de la localidad, desde el s.XIX hasta que, durante la Guerra Civil, fue trasladado al templo parroquial, donde permanece. La documentación -todavía en proceso de recopilación e investigación por parte del investigador Juan Antonio Silva Fernández, Doctor en Historia del Arte- apunta a que el crucificado pudiera haber pertenecido a la Cofradía de la Vera Cruz, fundada en 1560 en la ermita que San Nicolás (actual Plaza de España) siendo sustituido por el actual (restaurado también por GESTIONARTE SLU en 2012), durante la primera mitad del s.XVIII. 
La imagen que nos ocupa está realizada en madera, directamente sobre el tronco sin ahuecar, teniendo unas dimensiones menores del natural (1,20 metros). Se presenta en la actualidad sobre una cruz arbórea, con numerosos nudos e INRI en la parte superior, si bien parece pudiera no haber sido la primigenia por diferentes evidencias que revela la propia escultura. El estado de conservación de la imagen es bastante deficiente, algo que ya denunciaba el prof. D. José Hernández Díaz en la década de los cincuenta del pasado s.XX cuando, en la Guía Artística de Sevilla y su provincia, ponía de manifiesto el interés de la pieza y su "lamentable estado de conservación". De hecho, tiene mutilados todos los dedos de las manos y los correspondientes al pie izquierdo; se observan numerosas lagunas de preparación y policromía sobre la imagen, así como un barnizado alterado y oscurecido que oculta el cromatismo real del crucificado.

Para su estudio, previo al inicio de la intervención, se han llevado a cabo pruebas radiológicas, fotografías con luz ultravioleta, así como el estudio físico-químico de una serie de muestras (tanto de madera como de policromía) que ayudarán a reconstruir la historia material de la obra. En paralelo, se está llevando a cabo una investigación histórica en el archivo parroquial, en el de la Hermandad de la Vera Cruz de Guillena, así como en otras fuentes de interés. Toda esta documentación, así como el proceso de restauración, se pretende difundir en una pequeña publicación que sufrague parte de los gastos correspondientes a los trabajos, además de ofrecer a los interesados toda la información que generen los trabajos.







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