lunes, 12 de septiembre de 2016

La imagen de Ntra. Sra. de la Candelaria de Guillena será restaurada por GESTIONARTE


Durante este mes de septiembre comenzarán los trabajos de conservación-restauración de la imagen de Ntra. Sra. de la Candelaria, de la Hermandad del mismo nombre de la localidad sevillana de Guillena. Se trata de una imagen articulada para vestir que procesiona el Domingo de Resurrección junto a la imagen del "Niño Perdido".

Origen de la imagen: 

Existe constancia documental de que en 1579 existía ya en Guillena una Cofradía titulada de Nuestra Señora de la Candelaria, hecho que induce a pensar que en esta fecha existía también una imagen que era venerada bajo esta advocación y que presidía una pequeña ermita próxima al núcleo urbano de la Villa, como refieren diversas fuentes documentales.  Extinguida la ermita entre 1824 a 1829, la imagen fue trasladada a la Ermita de San Nicolás en 1854, a petición del párroco del momento. En 1856, las imágenes de la Cofradía de la Vera Cruz (titular del templo de San Nicolás desde su origen) se trasladan a la parroquia, no existiendo, hasta el momento, constancia de si la imagen que nos ocupa fue igualmente trasladada o permaneció en dicha ermita con posterioridad, pues en 1888 se sabe que se llevaron a cabo reformas sobre la misma, por lo que debía de permanecer abierta al culto. 

Aunque no se puede afirmar con rotundidad que la actual imagen  se corresponda con la que existiese ya en 1579, parece ser que debió ser ésta la titular de aquella extinta cofradía, si bien es cierto que, las modificaciones llevadas a cabo sobre la misma, impiden obtener una lectura clara de su morfología original, dificultando así su adscripción estilística. 
    
Siguiendo la información aportada por la Hermandad, podemos pensar que, en origen, esta imagen de candelero para vestir tallada en madera policromada, fue una obra anónima de escuela sevillana realizada con anterioridad a 1600. Algunos autores, sin apoyo documental alguno, han querido establecer un parecido formal entre esta imagen y la Virgen de las Flores, patrona de Encinasola (Huelva), obra atribuida a Juan de Astorga y fechable hacia 1810. No en valde, aunque la imagen guillenera sea heredera de un simulacro anterior, su rostro se halla inmerso en los postulados academicistas de la escuela sevillana de la segunda mitad del siglo XVIII, por lo que posiblemente, su mascarilla fuese intervenida profundamente a finales del s.XVIII o principios del s.XIX, de ahí su estética actual. 

Restauraciones anteriores:

Sobre las restauraciones efectuadas sobre la imagen se conocen dos documentadas en fecha reciente: La primera en 1962, realizada por el escultor Manuel Pineda Calderón. Del mismo modo, el imaginero hispalense Manuel Ramos Corona practicó una nueva intervención en la década de los noventa del pasado siglo.  A éstas habría que unir la que profundamente debió transformar la imagen otorgándole la estética dieciochesca que presenta su rostro. 

Proceso de conservación-restauración:

La intervención a la que será sometida la imagen contempla una consolidación estructural completa incluyendo la sustitución de cuerpo (ejecutado a finales del s.XX), candelero y brazos articulados; limpieza y eliminación de repintes, reintegración volumétrica y cromática de las lagunas y un barnizado final de protección, así como la correcta colocación de los atributos iconográficos.