
A lo largo de la historia de la pintura la representación de
arquitecturas ha sido una de las herramientas que ha proporcionado al
espectador detalles y claves para interpretar las composiciones. Estos
escenarios, especialmente a partir del Renacimiento, toman un nuevo
rumbo donde se vuelcan conocimientos y teorías, se reivindica el estatus
del artista para transformarse, más tarde, en un instrumento de
propaganda y poder en manos de sus comitentes. Ya en el siglo XVIII, en un género nuevo que tiene como único protagonista a la ciudad.
Los comisarios de la misma, D. Delfín Rodríguez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y Dña. Mar Borobia, jefe de conservación de Pintura Antigua del Museo Thyssen Bornemisza han seleccionado un total de 144 obras de entre (nada más y nada menos) que 86 prestadores, repartidos por todo el mundo. En esa lista están desde los Museos Vaticanos al Hermitage -que por cierto comparte protagonismo en la otra acera con su exposición en el Prado, mucho más convencional-, el Louvre,Galleria degli Uffizi de Florencia, y una gran multitud de museos y colecciones de Estados Unidos, Canadá, Austria, Alemania, Reino Unido, Portugal, Italia (con una gran presencia tanto en prestadores como en temática pictórica), etc. De Sevilla, han viajado dos obras pertenecientes a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli (con sede en la llamada popularmente "Casa de Pilatos"). Son dos lienzos, uno de Angelo-Maria Costa (Activo entre 1696 y 1721) titulado "El Palacio Real de Nápoles" y otra sarga de Domenico Gargiulo (Nápoles, 1609-Nápoles(?), 1675) bajo el nombre de "La plaza del mercado de Nápoles", de hacia 1654.

Igualmente cabe destacar el magnífico estado de conservación de todas y cada una de las pinturas expuestas, sin que se produzcan desajustes entre unas y otras -¡¡cuántas veces vemos en Andalucía todavía exposiciones con cuadros sin restaurar, oscuros y con pérdidas!!- consiguiendo de nuevo homogeneidad en la presentación de las piezas. Sólo nos ha llamado la atención en este sentido el lienzo que procede del Museo de la Colegiata de San Luis de Villagarcía de Campos (Valladolid) llamado "El Juicio de Salomón" de Francisco Gutiérrez Cabello que entre tanta pulcritud conservativa queda por debajo del resto, a pesar de presentar un estado de conservación más que correcto.

La exposición tiene un microsite donde puede obtener mucha más información: http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2011/arquitecturas/index.html así como adquirir el catálogo o hacer una visita virtual.
En resumen, una gran exposición -por supuesto realizada gracias a una gran inversión- que demuestra una vez más que cuando se hacen las cosas con un nivel de calidad y una inversión acorde, el resultado es espectacular y su rentabilidad está asegurada.
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