viernes, 25 de noviembre de 2011

Encargan dos nuevas restauraciones de pintura

Se trata de una interesante pareja de lienzos que representan a Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y a San Francisco Javier,  uno de sus más estrechos colaboradores y miembro del grupo fundador en los inicios de la institución jesuítica. No en vano, proceden de una de las residencias de dicha institución religiosa, en Granada, para la cual hemos redactado un informe técnico exhaustivo sobre el estado de conservación de su extensa colección pictórica y escultórica.

Aunque están expuestos y enmarcados como si de una pareja efectivamente se tratase, en realidad son dos lienzos de autor, cronología y técnica distintas, si bien su conjunción -no sólo estilística sino también iconográfica- hace bien al tratarlos como tal.
 
Ambas obras presentan un estado de conservación bastante deficiente, con una película de barniz bastante alterado y, en el caso del lienzo de Javier, cubierta por una gran multitud de repintes, especialmente localizados en el perímetro del lienzo. Tal y como se desprende de la observación y estudio directo de la obra, esta pintura ya tuvo una intervención restauradora que, además de la reconstrucción cromática, consistió en realizarle un reentelado (por cierto, una intervención bastante alejada ya en el tiempo a tenor de la tela utilizada) montándolo en  su correspondiente  nuevo bastidor. Desgraciadamente, esta actuación no se llevó a cabo de una manera del todo correcta ya que alteró la profundidad y el grosor de la pincelada y generó que se marcase sobre la pintura la tela que le sirve de soporte.De ahí el aspecto que presenta en algunas zonas (especialmente en los blancos) a modo de retícula.

El lienzo de San Ignacio no está tan intervenido como el anterior. Sólo posee algunos parches en la parte posterior, siendo su patología principal la total disgregación de la fina capa de preparación y película de color (en este caso localizado principalmente en los colores oscuros) y la modificación del tamaño del lienzo para "centrar" la composición, ya que en origen, la visión del lienzo era 8 cm mayor por el lado derecho, permitiendo que el libro que porta el santo en su mano izquierda quedase totalmente incluido en el cuadro, cosa que actualmente no lo hace.  

La actuación, que comprenderá los habituales procesos de estudios previos, tratamiento del soporte, limpieza, reintegración volumétrica y cromática y barnizado, además de la total restauración de los marcos, está previsto que se lleve a cabo durante el primer semestre de 2012. 
















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