La noticia recorre todos los informativos: El pleno del Real Patronato del Museo, celebrado ayer con la
asistencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio
Wert, fue informado de una importante novedad relacionada con la
actividad de restauración del Museo, patrocinada por la Fundación Iberdrola: el descubrimiento de que la copia que posee el Prado de la Gioconda de Leonardo da Vinci, cuyo original se conserva en el Museo del Louvre,
fue pintada por algún discípulo del maestro al mismo tiempo que éste
creaba su también conocida como Mona Lisa. Este descubrimiento ha sido propiciado por el proceso de estudio y restauración
al que ha sido sometida la obra con motivo de su participación en la exposición que prepara el Louvre, dedicada
al artista, y que se inaugurará el 29 de marzo. El tratamiento está a punto de
concluir y el Museo tiene previsto presentar la obra restaurada y
explicar detalladamente su proceso de estudio y de restauración dentro
de aproximadamente veinte días, antes de su traslado a París.
La importancia de este
descubrimiento reside en que al tratarse
de una copia coetánea y perfectamente conservada aporta una valiosa
información tanto sobre el paisaje de fondo como sobre muchos detalles
que rodean a la enigmática dama; como los ejes de la silla, los adornos
de la tela que cubre su pecho y el velo semi-transparente que envuelve
sus hombros.
Tras este descubrimiento, la copia de Mona Lisa que conserva el Museo
del Prado, confirmada ahora como obra de alguno de los discípulos del
gran maestro toscano que trabajaban en su taller al mismo tiempo que
pintaba la original, no sólo se revela como la copia más antigua de
esta emblemática pintura sino que adquiere una insólita importancia para
el mejor conocimiento de la propia obra del Louvre.
Esta copia forma
parte de las colecciones del Prado desde su fundación en 1819 por
proceder de las colecciones reales españolas, germen de la institución.
Aunque se desconoce el dato exacto acerca de la forma y fecha de su
ingreso en las colecciones reales, probablemente se trate de la obra que
aparecía ya en 1666 citada en el inventario del Alcázar como un retrato
femenino relacionado con Leonardo. El jefe del departamento de Pintura
Italiana (hasta 1700) del Museo, Miguel Falomir Faus, cree muy posible
que esta copia estuviera ya en España en las primeras décadas del siglo
XVI.
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