La Universidad de Sevilla tiene un nuevo espacio expositivo permanente en la sede de la Real Fábrica de Tabacos. Se trata de la exposición 'Yesos. Gipsoteca de la Universidad de Sevilla', que ve la luz tras un largo proceso de investigación, documentación y restauración, impulsado por el Secretariado de Patrimonio. El resultado final es una exposición permanente con mas de 100 piezas, organizada con un discurso expositivo coherente que contribuye a la musealización de este edificio patrimonial que es la Real Fábrica de Tabacos.
Esta exposición permanente representa una ocasión extraordinaria, no sólo para dar a conocer la colección de vaciados en yeso, sino también para profundizar en el protagonismo que tuvieron estas obras en el aprendizaje y formación de los artistas ya que estas piezas sirvieron para el conocimiento del arte, la arquitectura y la ciencia a los investigadores de la Universidad de Sevilla desde finales del siglo XVIII. Un reconocimiento a esta colección, única en su categoría, que se fue atesorando durante generaciones y que tras su restauración y catalogación, se presenta como ejemplo del patrimonio histórico-artístico de la US.
La creación de la Gipsoteca universitaria ha supuesto la culminación del proyecto de investigación y recuperación patrimonial de la colección de vaciados en yeso iniciado en 2014. El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), a través del Secretariado de Patrimonio Histórico–Artístico, ha desarrollado un programa de valorización y restauración de esta colección, conservada en la Antigua Real Fábrica de Tabacos y que, desde el año 1954, es sede de la Universidad de Sevilla. Los relieves y esculturas expuestos visualizan una singular muestra, que permite rescatar del olvido este patrimonio y presentarlo como una parte esencial del legado universitario.
El centenar de vaciados que se custodian en la sede universitaria hispalense tienen una gran calidad y una perfecta ejecución técnica, observándose los distintos taselos (o piezas) que componen cada obra, como se aprecia en el Augusto de Prima Porta. Fueron realizados fundamentalmente en los siglos XIX y XX, siendo adquiridos a los talleres de vaciados madrileños de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con conjuntos que arrancan ya del siglo XVII (como las piezas traídas por Diego Velázquez desde Italia) y siglo XVIII (como las reproducciones de las esculturas de la Villa de los Misterios de Pompeya o la importante colección de Anton Raphael Mengs), así como del entonces Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. Otras obras tienen un origen sevillano copiando fragmentos arquitectónicos, esculturas clásicas de Itálica y Carmona, medievales realizadas durante su restauración o, incluso, obras contemporáneas ejecutadas como parte del proceso creativo de su paso a piedra. La exposición reconstruye el culto a la antigüedad que se vivió en Europa y que llevó a coleccionar las más famosas esculturas. Su cotización era altísima, por lo que no se dudó en llevar a cabo todo tipo de esfuerzos diplomáticos para que un determinado artista accediera a la obra original e hiciese un vaciado.
Desde el Siglo de las Luces muchas copias acabaron en academias y universidades con un objetivo didáctico, para formar a artistas en las clases de dibujo. También sirvieron de apoyo a la práctica docente de Historia del Arte o Arqueología en el siglo XIX y principios del XX, aunque fueron perdiendo su uso con la aparición de la fotografía y de los primeros sistemas de proyección de imágenes que acompañaron la enseñanza en las aulas. Muchas universidades europeas fundaron en el siglo XIX verdaderos «museos de yesos» (Gipsotecas) con sus importantes colecciones de vaciados, que siguen empleándose en la docencia y se custodian como obras de alto valor cultural.
En el caso de la Universidad de Sevilla la colección de yesos había pasado a tener un uso básicamente ornamental, decorando pasillos, despachos y otros espacios, por lo que se han querido recuperar aquellas otras funciones didácticas que justificaban la conformación de las colecciones universitarias, a la par que su conservación más adecuada, exponiéndolas en una nueva ubicación como un primer paso para una fase posterior que afecte a otros conjuntos de yesos del patrimonio universitario sevillano. Para ello se ha intervenido la mayor parte del más de un centenar de piezas por el equipo de restauradoras encargado de la colección de vaciados de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), institución que asimismo ha prestado su asesoramiento científico. Además, se ha llevado a cabo el estudio de las piezas, con la edición de un catálogo y la renovación de los datos en la página web del Patrimonio de la Universidad de Sevilla.
Este proyecto enlaza con las actuaciones que, en los últimos años, prestigiosas universidades europeas están llevando a cabo para rescatar sus colecciones de vaciados, en muchas ocasiones descuidadas por el paso del tiempo y los cambios formativos. Por este motivo, se han adecuado espacios expositivos en este edificio de la Antigua Real Fábrica de Tabaco que forman un itinerario que el visitante puede seguir. Partiendo de las entradas del Rectorado, de la Facultad de Filología o de la Facultad de Geografía e Historia, se muestra un valioso conjunto de piezas reunidas en torno a la Galería y los patios de Filología, Historia e Historia del Arte.
Fuente: US
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