lunes, 3 de febrero de 2020

El retablo de Ntra. Sra. de la Caridad ya luce restaurado

La sevillana Hermandad del Baratillo disfruta ya de otro de los retablos de su capilla restaurados por GESTIONARTE. Concretamente se trata del retablo de Ntra. Sra. de la Caridad en su Soledad, un retablo fechable en la segunda mitad del s.XVIII  que, originalmente, estuvo presidido por el lienzo de la Virgen del Carmen, que actualmente se conserva en el testero derecho de la nave del templo. 

Los trabajos, que se iniciaron el pasado mes de octubre de 2019, se han prolongado exactamente a lo largo de los cuatro meses previstos, siendo ejecutados por un equipo de dos conservadoras-restauradoras junto con el responsable de la firma, Benjamín Domínguez Gómez, doctor en Bellas Artes y responsable del proyecto. 

A ellos, además,  se han sumado los profesionales correspondientes a las diferentes actuaciones que se han llevado a cabo en paralelo (trabajos de albañilería, tapizado del camarín, iluminación, etc. ) dado que, desde el principio, los trabajos se han acometido de manera integral, actuando no sólo sobre las piezas artísticas sino también sobre aquellos elementos del inmueble que inciden en su correcta conservación y uso. 


Tratamiento

Sobre el estado de conservación de la obra ya publicamos en el blog de gestionarte una entrada informando del avance de los trabajos (ver). Así, una vez retirada la imagen, se comenzó con el desmontaje del retablo y el traslado de las piezas al estudio de restauración, donde a lo largo de estos meses se procedió, en primer lugar, a la consolidación estructural del mismo. En lo referente al soporte de madera, la pieza más dañada con diferencia era la mesa de altar, la cual ha sido dotada de una nueva tapa en madera de haya laminada en sustitución de la anterior de pino que estaba en muy mal estado, entre otras actuaciones. 




En una segunda fase, se procedió a la limpieza de la superficie pictórica, eliminando depósitos superficiales, repintes y barnices aplicados en reparaciones anteriores, así como en la reintegración volumétrica y cromática de aquellas piezas y lagunas que la visión general de conjunto del retablo requerían. En este sentido, en gestionarte somos muy escrupulosos en lo que a criterios de intervención se refiere, limitando las reposiciones de piezas a aquellos elementos de los que fehacientemente se conoce su morfología y, además, son imprescindibles para una correcta visión del retablo, evitando incluir elementos innecesarios no originales y/o que falseen o modifiquen la obra original, tal y como se recomienda en las Cartas Internacionales. Con todo, la condición sacra y en uso de este tipo de bienes culturales exige un equilibrio entre la estética y la historicidad de la obra de arte,  tema al que dedicamos mucho tiempo de reflexión, pruebas, etc. con el fin de tomar la decisión más acertada para cada caso concreto. El resultado es una restauración estéticamente satisfactoria para los cofrades, ejecutada bajo una metodológica científica a la altura de cualquier instituto de conservación o museo europeo. 





En paralelo, y aprovechando la ausencia del retablo en su emplazamiento, se acometieron trabajos de albañilería para solventar algunos problemas en los apoyos de fábrica del retablo, así como completar el zócalo de mármol que reviste los laterales del mismo y otras mejoras. Ya en enero, se inició el proceso de montaje en base al sistema constructivo original, si bien incorporando una superficie de aislamiento frente a la humedad y algunos elementos en acero inoxidable que complementan o sustituyen los a los anclajes existentes. Para las lámparas votivas se ha dispuesto un sistema de sujeción que permita su manipulación sin necesidad de dañar el soporte de madera. Finalmente, el equipo de gestionarte completó la reintegración cromática de todo el conjunto “in situ” bajo la nueva iluminación LED colocada. 






El retablo y su historia

El retablo de Ntra. Sra. de la Caridad es una pieza realizada en madera policromada, de planta rectilínea y adosada al muro. Consta de mesa de altar, banco y un único cuerpo articulado en base a una hornacina central abocinada, rematada semicircularmente en la parte superior y a la que le falta el remate original, hoy perdido (presumiblemente una cartela con el anagrama de María u otro detalle similar). La talla, que combina la hoja cartilaginosa con otras piezas donde el acanto ha sido trabajado de forma más menuda, armoniza con la decoración polícroma satisfecha sobre fondo verde y donde se alterna el pan de oro, la plata y la técnica de “corladuras”. Incluso incorpora algunos detalles realizados a pincel en la zona superior del arco, muy propios de la decoración dieciochesca y que, tras la restauración, pueden apreciarse con mayor detalle. También se han recuperado algunos elementos originalmente plateados que, antes de la restauración, presentaban oscuros repintes dorados en purpurina, como es el caso de la pieza inferior del banco.  

Forma parte del conjunto de retablos que decoran los muros de la Capilla de la Piedad, una pequeña capilla levantada entre los siglos XVII y XVIII en el Arenal de Sevilla, en pleno centro histórico de la ciudad. En origen, estaba presidida por un lienzo representando el pasaje de la Virgen con Jesús en brazos, al pie de la cruz y, el retablo que nos ocupa, por un lienzo de la Virgen del Carmen; no en vano, a escasos metros se encuentra el río Guadalquivir y esta zona ha estado históricamente vinculada al quehacer de marineros, pescadores y comerciantes. 


Hipótesis de cómo debió de ser el retablo de la Virgen del Carmen (hoy de Ntra. Sra. de la Caridad) en el s.XVIII.


Así como en los primeros años del s.XX el retablo mayor fue remodelado para albergar a las imágenes titulares, la Virgen de la Piedad y el Stmo. Cristo de las Misericordias, con la bendición de  Ntra. Sra. de la Soledad en 1931, ésta se entronizó en el retablo que estudiamos, en sustitución del lienzo. Más adelante, en la segunda mitad del s.XX, este retablo fue remodelado nuevamente para aumentar la profundidad del camarín de la imagen, incorporándosele piezas de nueva factura en los laterales, que se han mantenido en esta última intervención, como la nueva pieza que se dispuso, a modo de “sotobanco” la última vez que se “restauró” el conjunto. 


 El retablo antes y después de la intervención [Foto: Emilio Simón by GESTIONARTE].


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