Una de las líneas de actuación que más fuerza ha cobrado en las últimas décadas en materia de conservación patrimonial es la implantación de métodos preventivos frente a la restauración tradicional, dado que ha quedado puesto de manifiesto que la mejor forma y más económica de conservar el patrimonio cultural es a través de la prevención de futuros deterioros y la aplicación de métodos de prevención al conjunto de las colecciones.
A esta actividad es a la que se le ha venido a llamar “conservación preventiva”, por oposición a las acciones y tratamientos que se realizan físicamente sobre el objeto para paliar los daños presentes, denominados como “conservación curativa”, o aquellos que minimizan los efectos de daños plasmados en el plano estético de la obra, a los que llamamos “restauración estética” o simplemente “restauración”. Esta última es quizás la actividad más conocida y comúnmente demandada de las tres, siendo tradicionalmente la disciplina profesional utilizada para hacer frente al progresivo deterioro de los objetos artísticos.
Esta publicación es el resultado de la experiencia acumulada del Departamento de Conservación Preventiva del IPCE en la aplicación del un método de trabajo del Plan de Conservación Preventiva en grandes proyectos. En ella se propone un método de trabajo que permita enfocar y analizar los problemas de conservación de los bienes culturales, y facilitar el diseño y la implementación de procedimientos para la preservación del patrimonio.
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