Coincidiendo con la noticia de la recuperación de uno de los elementos de este retablo para conformar un nuevo altar, traemos un resumen de la historia y restauración de esta magnífica pieza que Gestionarte tuvo la oportunidad de intervenir:
Descripción de la obra
El
retablo es del tipo tabernáculo, de una sola calle y un solo cuerpo con una
especie de ático bajo el arco de medio punto que lo cobija. Aunque no es el
actual, posee un banco en medio del cual se ha insertado un sagrario de estilo barroco con unas pilastras
amensuladas a los lados de la puerta de este. Un par de columnas de orden
dórico y de fuste estriado recogen el entablamento que se adapta en sus
extremidades a los cimacios que rematan las columnas y el tercio inferior de
estas esta decorado con grutescos
conformados por ángeles tenantes con jarrones en sus cabezas y roleos de
tipo vegetal. Este tipo de columnas las
utiliza mucho Vázquez en sus retablos, como por ejemplo en el que hace para el
convento de Madre de Dios o en sus retablos mayores. También es típico de Vázquez el entablamento en donde se alternan las cabezas de querubes
con las alas cruzadas entre triglifos
con gotas (todo dentro de un gran sentido clásico de ornamentación).
Tratamiento de restauración.
En
Noviembre de 2005, daban comienzo las obras de rehabilitación de la Capilla del
Dulce Nombre, obras que se llevarían a cabo hasta el mes de Julio de 2007.Con
motivo de dichas obras, se procedió a realizar una serie de restauraciones
y mejoras en el patrimonio artístico, entre
otros, el retablo que nos ocupa y el de la Virgen de las Tristezas, ambos por nuestra empresa Gestionarte S.L.U.
Tras la redacción del proyecto de intervención y su aprobación,
se procedió al desmontaje y comienzo de la intervención en Mayo de 2007
culminándose con su presentación pública y bendición en los primeros días del
mes de Diciembre de 2007.
El retablo antes de la intervención |
La
obra, tal y como estaba constituida hasta la restauración, tenía cinco grupos
de piezas de diferentes facturas, estilos, épocas y construcción:
S.XVI: El conjunto de piezas denominadas “originales” que son el ático, cornisa y friso, columnas y zonas trasera de columnas. A este grupo hay que añadir el marco, techo y laterales del camarín o cuerpo central que permanecía semioculto.
S.XVII: El sagrario.
S.XVIII: Mesa de altar.
S: XIX: Cuerpo central y hornacina, banco.
S.XX: Repisas hornacinas laterales.
En base a esto, la imagen que nos ofrecía la obra antes de la restauración
es fruto de una modificación sustancial en su traza inicial. Tal es así, que
toda la zona principal del cuerpo del retablo, donde se encontraba el camarín y
las dos pequeñas hornacinas eran posteriores a la fecha de ejecución del resto
de la obra. Igualmente ocurría con la mesa de altar que estilísticamente puede
enmarcarse en pleno s.XVIII. o el banco que, al igual que el cuerpo central, se
puede fechar en el siglo XIX.
Tratamiento
Lo
interesante de esta intervención fue, por un lado, los descubrimientos que
se han dado facilitando la historia material de la pieza su catalogación y el poder estudiar y conformar el aspecto de
la obra tal y como lo concibiera el autor, si no al 100%, si al menos en su
mayor parte.
El interior de la hornacina original, al desmontar el retablo. |
Cuando
se comenzó el desmontaje del retablo, se descubrió que alguna de las piezas
que daban forma al camarín construido en el s. XIX, eran en realidad, piezas
pertenecientes al fondo del retablo, originales del s. XVI y que se conservaban
los laterales y el techo del camarín en perfecto estado de conservación, aún
mejor que el resto de la obra, fruto de su ocultamiento. Igualmente,
las posiciones de las cajas de ensamblaje de las diferentes piezas, nos
permitieron elaborar un alzado y perfil de la obra más acorde con los cánones
establecidos en el renacimiento, especialmente en la moldura que circunda el
friso en la parte superior rematándolo, que se ha recuperado.
La pieza del fondo, una vez recompuesta. |
Nos
hubiera gustado poder levantar de nuevo el retablo tal y como se hubiera
ejecutado en el s. XVI, pero existían algunas lagunas informativas que no nos
han permitido la total reconstrucción. Es por ello por lo que se optó por
el diseño actual.
La hornacina no original, reubicada. |
Este verano, para evitar el deterioro de las piezas retiradas que se encontraban almacenadas, y para una mayor decoración del templo, la hermandad decidió recolocar ambas piezas (mesa de altar y hornacina) en la capilla conformando sendos altares y es por lo que se ha llevado a cabo la rehubicación de dichos elementos. Además, con esta nueva distribución, el visitante podrá visualizar todas y cada una de las piezas del retablo, comprendiendo mucho mejor asi, la historia material del mismo.
Para conocer más sobre la investigación y restauración de esta obra:
DOMÍNGUEZ
GÓMEZ, BENJAMÍN/ PORRES BENAVIDES, JESÚS: “Un retablo de Vázquez “El Viejo” en
la iglesia del Dulce Nombre de Jesús” en Estudios de Historia del Arte:
Centenario del Laboratorio de Arte (1907-2007). Vicerrectorado de RR. II. y
Departamento de Historia del Arte. Universidad de Sevilla. Sevilla, 2009. Tomo
II. Págs. 113-128 ISBN:978-84-692-5660-2
Buenos días, ¿la anterior mesa del retablo es en la que se expone actualmente la Cruz Guía? Enhorabuena por el trabajo de puesta en valor del patrimonio tanto de la Hermandad como del equipo de conservación.
ResponderEliminarUn saludo, Javier Prieto
patrimoniocofrade.blogspot.com
Efectivamente. La mesa es una añadido que no corresponde al estilo del retablo. El criterio que se estableció fue intentar devolver al conjunto la visión más cercana al momento de su construcción.
EliminarGracias por su aportación. Saludos