miércoles, 28 de septiembre de 2011

El retablo de J.B. Vázquez "El Viejo" de la Capilla del Dulce Nombre de Jesús de Sevilla

Coincidiendo con la noticia de la recuperación de uno de los elementos de este retablo para conformar un nuevo altar, traemos un resumen de la historia y restauración de esta magnífica pieza que Gestionarte tuvo la oportunidad de intervenir:

Descripción de la obra

El retablo es del tipo tabernáculo, de una sola calle y un solo cuerpo con una especie de ático bajo el arco de medio punto que lo cobija. Aunque no es el actual, posee un banco en medio del cual se ha insertado un sagrario  de estilo barroco con unas pilastras amensuladas a los lados de la puerta de este. Un par de columnas de orden dórico y de fuste estriado recogen el entablamento que se adapta en sus extremidades a los cimacios que rematan las columnas y el tercio inferior de estas esta decorado con grutescos  conformados por ángeles tenantes con jarrones en sus cabezas y roleos de tipo vegetal. Este tipo  de columnas las utiliza mucho Vázquez en sus retablos, como por ejemplo en el que hace para el convento de Madre de Dios o en sus retablos mayores. También  es típico de Vázquez el entablamento  en donde se alternan las cabezas de querubes con las alas cruzadas entre triglifos  con gotas (todo dentro de un gran sentido clásico de ornamentación).

Tratamiento de restauración.

En Noviembre de 2005, daban comienzo las obras de rehabilitación de la Capilla del Dulce Nombre, obras que se llevarían a cabo hasta el mes de Julio de 2007.Con motivo de dichas obras, se  procedió a realizar una serie de restauraciones y mejoras en el patrimonio artístico, entre otros, el retablo que nos ocupa y el de la Virgen de las Tristezas, ambos por nuestra empresa Gestionarte S.L.U.

Tras  la redacción del proyecto de intervención y su aprobación, se procedió al desmontaje y comienzo de la intervención en Mayo de 2007 culminándose con su presentación pública y bendición en los primeros días del mes de Diciembre de 2007.
El retablo antes de la intervención
La obra, tal y como estaba constituida hasta la restauración, tenía cinco grupos de piezas de diferentes facturas, estilos, épocas y construcción:

S.XVI: El conjunto de piezas denominadas “originales” que son el ático, cornisa y friso, columnas y zonas trasera de columnas. A este grupo hay que añadir el marco, techo y laterales del camarín o cuerpo central que permanecía semioculto.
 S.XVII: El sagrario.
S.XVIII: Mesa de altar.
S: XIX: Cuerpo central y hornacina, banco.
S.XX: Repisas hornacinas laterales.

En base a esto, la imagen que nos ofrecía la obra antes de la restauración es fruto de una modificación sustancial en su traza inicial. Tal es así, que toda la zona principal del cuerpo del retablo, donde se encontraba el camarín y las dos pequeñas hornacinas eran posteriores a la fecha de ejecución del resto de la obra. Igualmente ocurría con la mesa de altar que estilísticamente puede enmarcarse en pleno s.XVIII. o el banco que, al igual que el cuerpo central, se puede fechar en el siglo XIX.

Tratamiento

Lo interesante de esta intervención fue, por un lado, los descubrimientos que se han dado facilitando la historia material de la pieza su catalogación y  el poder estudiar y conformar el aspecto de la obra tal y como lo concibiera el autor, si no al 100%, si al menos en su mayor parte.

El interior de la hornacina original, al desmontar el retablo.
Cuando se comenzó el desmontaje del retablo, se descubrió que alguna de las piezas que daban forma al camarín construido en el s. XIX, eran en realidad, piezas pertenecientes al fondo del retablo, originales del s. XVI y que se conservaban los laterales y el techo del camarín en perfecto estado de conservación, aún mejor que el resto de la obra, fruto de su ocultamiento. Igualmente, las posiciones de las cajas de ensamblaje de las diferentes piezas, nos permitieron elaborar un alzado y perfil de la obra más acorde con los cánones establecidos en el renacimiento, especialmente en la moldura que circunda el friso en la parte superior rematándolo, que se ha recuperado.

La pieza del fondo, una vez recompuesta.
La limpieza de la policromía fue fundamental a la hora de abordar el estudio de la pieza, puesto que la suciedad y películas de barniz y otras sustancias sobre el dorado y su policromía nos impedían ver con claridad los detalles y rasgos formales de la obra. Fundamental fue también la recuperación del fondo del camarín, ya que algunas de las piezas que conformaban éste estaban recubiertas por varias capas de pintura que, tras un duro y laborioso tratamiento de limpieza, han sido recuperadas, ensambladas y montadas de nuevo tal y como se diseñaron en su día. Los ensambles con colas de milano y los agujeros de los clavos de forja nos confirmaron, tabla a tabla, su disposición y distribución original.

Nos hubiera gustado poder levantar de nuevo el retablo tal y como se hubiera ejecutado en el s. XVI, pero existían algunas lagunas informativas que no nos han permitido la total reconstrucción. Es por ello por lo que se optó por el diseño actual.

La hornacina no original, reubicada.
Este verano, para evitar el deterioro de las piezas retiradas que se encontraban almacenadas, y para una mayor decoración del templo, la hermandad decidió recolocar ambas piezas (mesa de altar y hornacina) en la capilla conformando sendos altares y es por lo que se ha llevado a cabo la rehubicación de dichos elementos. Además, con esta nueva distribución, el visitante podrá visualizar todas y cada una de las piezas del retablo, comprendiendo mucho mejor asi, la historia material del mismo.

 Para conocer más sobre la investigación y restauración de esta obra:

DOMÍNGUEZ GÓMEZ, BENJAMÍN/ PORRES BENAVIDES, JESÚS: “Un retablo de Vázquez “El Viejo” en la iglesia del Dulce Nombre de Jesús” en Estudios de Historia del Arte: Centenario del Laboratorio de Arte (1907-2007). Vicerrectorado de RR. II. y Departamento de Historia del Arte. Universidad de Sevilla. Sevilla, 2009. Tomo II. Págs. 113-128 ISBN:978-84-692-5660-2


2 comentarios:

  1. Buenos días, ¿la anterior mesa del retablo es en la que se expone actualmente la Cruz Guía? Enhorabuena por el trabajo de puesta en valor del patrimonio tanto de la Hermandad como del equipo de conservación.

    Un saludo, Javier Prieto
    patrimoniocofrade.blogspot.com

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    1. Efectivamente. La mesa es una añadido que no corresponde al estilo del retablo. El criterio que se estableció fue intentar devolver al conjunto la visión más cercana al momento de su construcción.

      Gracias por su aportación. Saludos

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