En esta ocasión se trata de una imagen de un Niño Jesús -muy a propósito
para estas fechas- de propiedad particular. La imagen ofrecía un deficiente estado de conservación por una
serie de desperfectos que habían sido resanados en una intervención
anterior. Por dicho motivo, presentaba un buen número de repintes al
óleo, no sólo en la encarnadura, sino también en la peana que ocultaba
totalmente su decoración jaspeada.
En las dos seríes de fotografías que siguen a estas líneas se pueden localizar perfectamente los repintes, tanto con luz ultravioleta como a simple vista con luz natural.
El tratamiento ha consistido en el habitual de limpieza y eliminación de repintes, consolidación del soporte de madera (incluyendo un nuevo sistema de fijación a la peana que permita su separación para poder ser vestida), reintegración volumétrica y cromática y protección final.
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