Fotografía general de la obra antes de la intervención |
Comenzamos el 2018, el "Año Murillo", interviniendo precisamente una copia decimonónica del afamado retrato de "San Fernando", obra del pintor sevillano, custodiado en la Catedral de Sevilla. Concretamente, se trata de una obra de propiedad particular, adquirida recientemente, firmada y fechada por F. Gabarre en 1858 y que reproduce fielmente el citado lienzo pintado por Bartolomé Esteban Murillo hacia 1647, con motivo de la canonización del santo rey patrono hispalense.
Sobre la procedencia del cuadro original se sabe que fue donado a la Catedral de Sevilla en 1678 por el racionero Bartolomé Pérez, consignándose en su testamento que fuese colocada en la sacristía. Actualmente suele exhibirse en la zona habilitada para determinadas piezas singulares, al inicio de la visita cultural, formando parte en el momento que redactamos estas líneas de la exposición "Murillo en la Catedral. La mirada de la santidad" que puede visitarse en la Seo Hispalense a lo largo de todo este año.
Sobre la procedencia del cuadro original se sabe que fue donado a la Catedral de Sevilla en 1678 por el racionero Bartolomé Pérez, consignándose en su testamento que fuese colocada en la sacristía. Actualmente suele exhibirse en la zona habilitada para determinadas piezas singulares, al inicio de la visita cultural, formando parte en el momento que redactamos estas líneas de la exposición "Murillo en la Catedral. La mirada de la santidad" que puede visitarse en la Seo Hispalense a lo largo de todo este año.
La obra que nos ocupa posee unas dimensiones de 118 x 98 cm., superiores a las dimensiones de la obra original. Está realizada al óleo sobre lienzo, montada sobre bastidor de madera. El tejido es de grosor medio, si bien presenta un reentelado posterior sobre tela de grosor fino, como lo son también el estrato de preparación y la película pictórica. Posee barniz de protección. El marco de madera que la complementa posee un grosor de 7.5 cm. y está dorado al agua con oro fino, sobre bol rojo.
Detalle de la superposición de telas |
Si bien el estrato de soporte presenta un estado de conservación adecuado, la película pictórica presenta un estado de conservación deficiente, fruto, por un lado, del envejecimiento o amarilleo del barniz de protección y, por otro, de las pequeñas intervenciones que, en el estrato de color, debieron de efectuarse simultáneamente al reentelado o en fecha posterior, lo que han venido a manifestarse como alteraciones cromáticas o “repintes”. Por su parte, además de la suciedad superficial que presenta, en el marco se localizan varias zonas con un avanzado de deterioro, manifestado en lagunas que han hecho desaparecer la preparación y el dorado, arañazos o desgastes que quedarán subsanados a lo largo del proceso restaurador.
El tratamiento de conservación-restauración realizado se ha centrado en la eliminación del barniz de protección alterado, así como de los repintes localizados que afectaban a la obra. Igualmente, se ha procedido a la limpieza de los depósitos de polvo, tanto en el soporte de la tela y/o bastidor, así como en el marco que lo complementa. Finalmente, se ha procedido a reintegrar volumétrica y cromáticamente las lagunas existentes, así como aplicado un barniz de protección.
Proceso de eliminación del barniz alterado |
El tratamiento de conservación-restauración realizado se ha centrado en la eliminación del barniz de protección alterado, así como de los repintes localizados que afectaban a la obra. Igualmente, se ha procedido a la limpieza de los depósitos de polvo, tanto en el soporte de la tela y/o bastidor, así como en el marco que lo complementa. Finalmente, se ha procedido a reintegrar volumétrica y cromáticamente las lagunas existentes, así como aplicado un barniz de protección.
Fotografía general de la obra finalizada la intervención |
Comparativa del antes y el después del proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario