La imagen
representa a Jesús muerto en la cruz, de tamaño natural. Está fijado al
patíbulo por medio de tres clavos. Su cuerpo desnudo, sólo
es cubierto en la cintura por un paño de pureza con un amplio pliegue, que se
ajusta por medio de una cuerda, anudándose en el lado derecho de la imagen. La cabeza cae,
apoyándose la barbilla sobre el pecho, en una composición muy simétrica y
equilibrada. Posee corona de espinas y potencias.
Dos sistemas ex profeso en los hombros, permiten
articular la imagen para permutar su veneración como Cristo yacente,
desclavándose de la cruz y colocando los brazos en paralelo al cuerpo.
El estado de conservación de la imagen es muy deficiente, en tanto en cuanto sufrió una desafortunada intervención en 1955 por Manuel Pineda Calderón, quién repolicromó la escultura, ocultando, además, una serie de daños en el soporte de madera, tales como apertura de ensambles o clavos para la fijación de los mismos. El sistema de articulación colocado no permite una correcta conservación de la policromía de la imagen, levantando ésta y deteriorando, inclusive, el soporte de madera en su zona de influencia.
Además de esta repolicromía, la superficie pictórica acumula gran cantidad de suciedad y oscurecimiento que, unido a la alteración del barniz, está provocando una alteración de la visión real de la imagen, habiéndose acelerado el proceso de oscurecimiento de la encarnadura en los últimos veinte años.
Ciertamente,
la calidad de la obra está mermada por la actuación de Pineda Calderón. El
estudio pormenorizado de la talla, nos revela la existencia de una escultura
eminentemente barroca, (ya dedicaremos una entrada de nuestro blog a la atribución del autor de la imagen) si bien las actuaciones llevadas a cabo
sobre la misma han derivado en una alteración sustancial de los valores estéticos
de la imagen, devaluando su verdadero interés artístico.
En estos primeros días del proceso, se están llevando a cabo los estudios previos que abarcarán un estudio radiológico completo (radiografía convencional y TAC), así como un estudio físico-químico de la policromía con su correspondiente estudio de correspondiencia de capas (es decir, saber si se conserva la policromía original bajo la de Pineda Calderón), identificación de madera y pruebas de limpieza. Con todo ello, la comisión de seguimiento junto con los técnicos determinarán el criterio de intervención a seguir, dando paso al tratamiento de restauración propiamente dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario