La pasada semana tuvimos oportunidad de hacer entrega a su propietario de la imagen de un Niño Jesús, último trabajo de conservación-restauración de GESTIONARTE. Se trata de una escultura
de bulto redondo, realizada en madera de unos 60 cm de alto.
La imagen se representa de
pie, en actitud de bendecir con su mano derecha. En la mano izquierda porta una
cruz patriarcal.Toda ella se asienta sobre una peana de aspecto rocoso. La imagen posee encarnadura al óleo.
La obra, a nivel de soporte, se encontraba en buen estado de conservación. Apenas la localización de algunos orificios de salida de insectos xilófagos nos indicaban una presencia localizada de dicha patología, sin que revistiera mayor gravedad. Sin embargo, la policromía si presentaba un estado de conservación deficiente debido, por un lado, a los daños que se estaban produciendo en su preparación o aparejo y, por otro, a la acumulación de polvo y suciedad que se había generado sobre la obra. En varios puntos de la escultura, principalmente en la pierna derecha se localizaban pérdidas de película de color por desprendimiento. El origen de esta patología estaba en la pérdida de cohesión del estrato de preparación. En otros puntos –zona de la cabeza- la pérdida de color se debía a la manipulación y uso de la obra (desgastes). El resto de la superficie de la imagen no había perdido dicho estrato, pero si presentaban riesgo de desprendimiento.
La cruz que porta la imagen también había sufrido pérdida de preparación y dorado, si bien en este caso, se había desprendido también el estrato de estuco o preparación, dejando ver el soporte de madera prácticamente en un 75%.
El tratamiento efectuado sobre la talla ha consistido en:
- Eliminación
de polvo y suciedad superficial.
- Fijación y
asentado de la película de color y estrato de preparación.
- Tratamiento curativo-preventivo frente al ataque xilófago.
- Correcta
colocación de anclaje corona/potencias.
- Tratamiento
de limpieza.
- Reintegración
volumétrica y cromática de las lagunas existentes.
- Barnizado de protección
final.
La iconografía infantil de la vida de Jesucristo es un fenómeno surgido del Concilio de Trento, aunque tiene antecedentes en el Quatroccento italiano y en centroeuropa. La figura de este Niño Jesús de pie sigue la iconografía establecida por Martínez Montañés en 1606/7 para la Hermandad Sacramental del Sagrario de Sevilla que, a su vez, tiene un precedente directo en Jerónimo Hernández y la imagen del Dulce Nombre de Jesús, hoy en la Hdad. de la Quinta Angustia, también de Sevilla. La influencia de estas imágenes en los autores posteriores se va a perpetuar en el tiempo hasta nuestros días. La suma de ambos conceptos (el bendiciente o glorioso y el portador de la cruz u otro atributo iconográfico relacionado con la Pasión) genera obras como la que nos ocupa, si bien no tenemos la certeza de que sea esa cruz la original. El movimiento y modelado de la imagen, el uso de cabellera natural, los ojos de cristal y la peana en forma de piedra natural, nos hacen inclinarnos más por el s.XVIII, ya que pretendidamente el autor busca un realismo propiamente barroco.